Continuando con la historia, ¿os recodáis que os comenté que era abogado? Lo sigo siendo.
Luego de duelos e infartos y demás, terminé aceptando en una maravillosa empresa.
Debo confesar que no me dejé el trabajo que tenía antes por que en la nueva empresa me ofrecían más dinero (me ofrecían menos), sino una corazonada que, interesantemente y sin que yo lo supiera, estaba vinculada a mi práctica de meditación.
Mi intuición resultó ser profundamente precisa. No pasó mucho tiempo antes de que la empresa reconociera mi pasión y habilidad en la meditación. Se me ofreció un rol doble: seguir con mi práctica legal y, a la vez, impartir clases de meditación. En una empresa con más de 100,000 empleados, la oportunidad de difundir los beneficios de la meditación es realmente emocionante. Aceptar este papel me ha hecho conocido como “el abogado meditador,” un título que llevo con gran orgullo.
Sin embargo, una mayor sorpresa aguardaba. Mientras mi comunidad de meditación y mi círculo de budismo en San Salvador crecían en calidad humana, una revelación me llegó durante unas vacaciones familiares. Viajando a Madrid, tuve un sueño poderoso mientras meditaba. En este estado meditativo, mi maestro espiritual, el XIV Shamar Rinpoche, me instó a “cerrar este capítulo y abrir los ojos”. Al llegar a Madrid, la ciudad resonó con mi ser meditativo. Supe en mi corazón y en mi práctica de meditación que este era mi nuevo hogar.
Al regresar a El Salvador, aún con la meditación guiando mis pensamientos, recibí la noticia de que me habían otorgado la nacionalidad italiana. En un acto casi sincrónico, la empresa me ofreció un nuevo puesto: ¡en Madrid! Acepté, movido nuevamente por esa conexión única que siento con la meditación.
Madrid, a Meditar!
Ahora, en Madrid, estoy ansioso por expandir mi práctica y enseñanza de meditación en una ciudad que ya siento como hogar. Es como si cada momento de meditación me hubiera preparado para este nuevo capítulo. Mi camino ha sido marcado por señales y sincronicidades, a menudo reveladas durante profundas sesiones de meditación, y no puedo esperar a ver qué nuevas oportunidades para promover la meditación se me presentarán aquí.