Meditación y Reiki en Cuarentena
Desafortunadamente, la pandemia llegó en un momento crucial, cuando más se necesitaba una enseñanza ininterrumpida, y me vi obligado a adaptar mi método de enseñanza con clases virtuales. A pesar de contar con el tiempo y las herramientas necesarias, la mayoría de personas estaban abrumadas por otras preocupaciones, relegando la importancia de cuidar su salud mental a un segundo plano.
Ante esta situación, decidí enfocarme en la labor social, brindando talleres a quienes más lo necesitaban, como los médicos del centro hospitalario que recibía el mayor número de pacientes ingresados por COVID.
En estos momentos tan difíciles, colaboré con varias ONG y Embajadas para promover la importancia de cuidar la salud mental en paralelo con el cuidado físico.
La comunidad budista no solo se mantuvo, sino que creció exponencialmente. Juntos descubrimos que, aunque la presencia física es invaluable, es posible seguir creciendo y aprendiendo de manera virtual.
Ahora bien, definitivamente fue una época difícil en todos los sentidos. Perdí mi trabajo y en su momento todo parecía desmoronarse, pero luego empezaron a soplar vientos de una nueva vida, trayendo consigo una sensación fresca y nuevas posibilidades.